sábado, 11 de junio de 2016

ORACIONES CATOLICAS DE LA MAÑANA

Devoción y consagración a los Corazones de Jesús y María.”
-(SS Juan Pablo II, 23 de noviembre de 1987)

Oh Sagrado Corazón de Jesús, has amado a la humanidiad hasta el extremo, sin escatimar en nada por salvarnos y darnos tu amor, tu vida, tu gracia y tu verdad. Has amado a la humanidad hasta el punto de dejarte traspasar y así convertirte en la fuente abierta de donde manan, abundantemente, las gracias de salvación y de conversión. Tu Corazón traspasado es la fuente abierta de donde fluyen, con fuerza y poder, la Sangre y el Agua que purifican, transforman, vivifican y liberan nuestros corazones. Es tu Corazón traspasado la puerta abierta y estrecha por la que debemos entrar para participar de la vida del Reino de los Cielos. Es en la escuela de tu Corazón traspasado que aprendemos las virtudes de la humildad y la mansedumbre; la obediencia y la abnegación. Es en tu Corazón que encontramos la plenitud del amor y de la paz.

A tu Corazón, Oh Jesús, deseamos consagrarnos hoy. A través de esta consagración, queremos adentrarnos en tu Corazón para que guardados dentro de él, seamos protegidos de los enemigos de nuestras almas. Protégenos de todo error y confusión, de toda frialdad, egoísmo e indiferencia. Que dentro de tu Corazón adquiramos las virtudes que más necesitamos; la luz para dirigir nuestros pasos y la fortaleza para ser fieles a todos tus designios. Que tu Corazón, Jesús, sea nuestro único tesoro y herencia. Que las gracias de misericordia, conversión y paz que fluyen de tu Corazón lleguen a cada uno de nosotros, transformándonos y dándonos un nuevo corazón semejante al tuyo. Que movidos por el amor de tu Corazón nos convirtamos en canales de gracia para un mundo tan necesitado de amor, de verdad y de luz. Que consagrados a tu Corazón , edifiquemos en el mundo entero: la civilización del amor.

Oh Corazón Inmaculado de María, por tu perfecta comunión de amor con el Corazón de Jesús, eres la escuela viviente de total consagración y dedicación a Su Corazón. En tu Corazón, Oh Madre, queremos vivir para aprender a amar, sin divisiones, al Corazón de Jesús; a obedecerle con diligencia y exactitud; servirle con generosidad y a cooperar activa y responsablemente en los designios de Su Corazón.

Deseamos consagrarnos totalmente a tu Corazón Inmaculado y Doloroso que es el camino perfecto y seguro de llegar al Corazón de Jesús. Tu Corazón, es también refugio seguro de gracia y santidad, donde nos vamos liberando y sanando de todas nuestras oscuridades y miserias. Deseamos pertenecer a tu Corazón, Oh Virgen Santísima, sin reservas y en total disponibilidad de amor a la voluntad de Dios, que se nos manifestará a través de tu mediación maternal. En virtud de esta consagración, Oh Inmaculado Corazón, te pedimos que nos guardes y protejas de todo peligro espiritual y físico. Qué nuestros corazones ardan con el fuego del Espíritu como arde tu Corazón. Qué unidos a ti, que eres la portadora por excelencia de Cristo para el mundo, y ungidos por el poder del Espíritu Santo, seamos instrumentos para dar a un mundo tan árido y frío, el amor, la alegría y la paz del Corazón de Jesús.

¡Oh Corazones de Jesús y de María, esperanza de la humanidad! Esperanza porque en su perfecta comunión de amor por Dios y los hombres, se han entregado a la obra de la salvación del mundo. A través de esta consagración deseamos participar, desde nuestra pequeñez, en los designios de misericordia que los Dos Corazones están manifestando en la humanidad. Deseamos ofrecer nuestras vidas en amor y reparación a sus Corazones. Deseamos con todo nuestro ser promover y establecer en todos los corazones, el Reinado de amor de los Corazones de Jesús y María. ¡Amén!


CONSAGRACION AL SAGRADO CORAZON DE JESUS

Juan Pablo II, 1986 (abreviado)

Señor Jesucristo, Redentor del género humano, me dirijo a tu Sacratísimo Corazón con humildad y
confianza, con reverencia y esperanza, con profundo deseo de darte gloria, honor y alabanza.
Señor Jesucristo, Salvador del mundo, te damos las gracias por todo lo que eres y todo lo que haces.
Señor Jesucristo, Hijo de Dios Vivo, te alabamos por el amor que has revelado a través de Tu Sagrado
Corazón, que fue traspasado por nosotros y ha llegado a ser fuente de nuestra alegría, manantial de
nuestra vida eterna.

En Tu nombre, que está por encima de todo nombre, me consagro y consagro a mi familia a tu
Sacratísimo Corazón, en el cual habita la plenitud de la verdad y la caridad.
Al consagrarnos a Ti, los fieles de la familia ........ y ........ renovamos nuestro deseo de
corresponder con amor a la rica efusión de tu misericordioso y pleno amor.
Señor Jesucristo, Rey de Amor y Príncipe de la Paz, reina en nuestros corazones y en nuestros hogares.

Vence todos los poderes del maligno y llévanos a participar en la victoria de tu Sagrado Corazón.
¡Que todos proclamemos y demos gloria a Ti, al Padre y al Espíritu Santo, único Dios que vive y reina
por los siglos de los siglos! Amén.

Consagración al Inmaculado Corazón de María

"Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía, yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón y te consagro
mi cuerpo y mi alma, mis pensamientos y mis acciones.

Quiero ser como Tú quieres que sea, hacer lo que Tú quieres que haga.
No temo, pues siempre estás conmigo. Ayúdame a amar a Tu hijo Jesús, con todo mi corazón y sobre
todas las cosas.
Pon mi mano en la tuya para que este siempre contigo."

Otra Consagración al Inmaculado Corazón de María

Oh Señora mía, Oh Madre mía! Yo me entrego del todo a Vos; y en prueba de mi filial afecto, os
consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que
soy todo vuestro Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como hijo y posesión vuestra. Amén


Consagración al Espíritu Santo

Oh Espíritu Santo, Espíritu de Luz y de Amor, yo te consagro mi inteligencia, corazón y voluntad para
el tiempo y para la eternidad.

Que mi entendimiento sea siempre dócil a Tus Divinas inspiraciones y a las enseñanzas de la Santa
Iglesia Católica, de la cual Tu eres un Guía infalible.

Que mi corazón esté siempre inflamado en el Amor de Dios y del prójimo, que mi voluntad se
conforme siempre con la Divina Voluntad, que toda mi vida sea imitación plenamente fiel de la vida y
virtudes de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a quien con el Padre y contigo, Espíritu Divino, sea el
honor y la Gloria, por los siglos de los siglos. Amén.

Espíritu Santo, Espíritu Divino, por la intercesión de la Santísima Virgen María Tu amada, llena nuestros
corazones con la plenitud de Tus dones. Has que consolados y fortalecidos por Ti vivamos según Tu
Voluntad y al morir alabemos Tu infinita Misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.


Consagra tu familia a los Corazones de Jesús y María con esta oración

Oración de Consagración

Santísimos corazones de Jesús y María,
unidos en el amor perfecto,
como nos miráis con misericordia y cariño,
consagramos nuestros corazones,
nuestras vidas, y nuestras familias a Vosotros.
Conocemos que el ejemplo bello
de Vuestro hogar en Nazaret fue un modelo
para cada una de nuestras familias.
Esperamos obtener, con Vuestra ayuda,
la unión y el amor fuerte y perdurable
que os disteis.
Que nuestro hogar sea lleno de gozo.
Que el afecto sincero, la paciencia, la tolerancia,
y el respeto mutuo sean dados libremente a todos.
Que nuestras oraciones
incluyan las necesidades de los otros,
no solamente las nuestras.
Y que siempre estemos cerca de los sacramentos.
Bendecid a todos los presentes
y también a los ausentes,
tantos los difuntos como los vivientes;
que la paz esté con nosotros,
y cuando seamos probados,
conceded la resignación cristiana
a la voluntad de Dios.
Mantened nuestras familias cerca
de Vuestros Corazones;
que Vuestra protección
especial esté siempre con nosotros.
Sagrados Corazones de Jesús y María,
escuchad nuestra oración.
Amén.

REZO DEL ÁNGELUS
El Ángel del Señor anuncio a María;
Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Aquí está la esclava del Señor;
Hágase en mi según tu palabra.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Y el Hijo de Dios se hizo hombre;
Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Oración:
Derrama , Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, y con la intercesión de la Virgen María, a la gloria de la resurrección.
Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra las perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tu príncipe de la milicia celestial
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.

Amén.

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